¿Por qué no puedo ver el menú Inicio y mi barra de tareas?
Aunque las versiones posteriores de Windows han cambiado ligeramente, todas las versiones de Windows desde XP en adelante te ofrecen la posibilidad de personalizar la barra de tareas y el menú "Inicio". Al personalizar estas herramientas, puede que cambies algunas cosas por accidente. Si compartes tu espacio de trabajo con otra persona, también es posible que ésta persona haya decidido jugarte una broma y haya cambiado los ajustes de tu barra de tareas y del menú "Inicio".
Ocultar automáticamente
Tu barra de tareas, y por lo tanto tu menú "Inicio", puede ser configurada para que se oculte automáticamente cuando no la estés usando. Para ver si este es el caso, mueve el cursor del ratón a la parte inferior de la pantalla y espera unos segundos para ver si tu barra de tareas aparece. Si no es así, repite este proceso en cada lado y en la parte superior de la pantalla, ya que es posible mover a la barra de tareas a estos lugares y configurarla para que se oculte automáticamente ahí.
Ocultar detrás de Windows
A menos que tengas la barra de tareas configurada para que siempre esté encima de otras ventanas, a veces puede ocultarse detrás de las ventanas que tengas abiertas. Piensa en ello como mirar a un grupo de personas esperando en una fila. Desde un lado, puedes ver que hay mucha gente, pero si estás mirando hacia atrás desde el frente, es difícil verlos a todos, a pesar de que todavía están allí. Minimiza todas las ventanas abiertas, o mantén presionadas las teclas "Alt" y "Tab" hasta que llegues a tu escritorio. Ahora deberías ver la barra de tareas.
Reducción accidental
Es posible reducir la barra de tareas o hacerla más gruesa, dependiendo de tu preferencia personal. Si la reduces a una franja muy delgada, es posible que no te des cuenta de que está ahí cuando la buscas. Si minimizas las ventanas abiertas y mueves el ratón sobre la parte superior, inferior y lateral del monitor, pero no aparece la barra de tareas, busca una franja muy delgada que sobresalga en tu escritorio. Una vez que la veas, pasa el ratón encima, mantén pulsado el botón izquierdo del ratón y arrastra el ratón hacia el centro del monitor. Vas a arrastrar la barra de tareas de su escondite y la podrás ajustar a cualquier tamaño que desees.
Cambiar las propiedades de la barra de tareas
Hacer clic derecho en la barra de tareas hará que aparezca un pequeño menú que te permite ajustar la configuración de la barra de tareas, como si está o no bloqueada en su lugar. Aunque bloquearla no evitará que alguien con acceso a tu computadora haga una reconfiguración como una broma, puede actuar como un elemento disuasorio, ya que cualquier travieso tendrá que desbloquear la barra de tareas para poder moverla. Puedes acceder a más opciones de la barra de tareas y del menú "Inicio", dirigiéndote al Panel de Control en tu menú "Inicio". Aquí, puedes elegir si deseas o no que la barra de tareas se oculte automáticamente, colocar barras de herramientas para otras aplicaciones y modificar la presentación del menú "Inicio".