Cómo acelerar un sistema Windows XP que funciona lento (En 4 Pasos)

Por bonnie conrad
Cómo acelerar un sistema Windows XP que funciona lento (En 4 Pasos)
Photodisc/Photodisc/Getty Images

Si tu computadora funciona con lentitud y está ejecutando Windows XP, hay una serie de cosas que puedes hacer para acelerar su rendimiento. Windows XP puede funcionar lentamente si el sistema no está optimizado, por lo que es importante buscar los problemas comunes y eliminarlos uno por uno.

Paso 1

Comprueba la cantidad de memoria instalada en tu computadora. Si bien los requisitos mínimos publicados por Microsoft afirman que Windows XP se ejecutará con 128 MB de memoria, en realidad, el mínimo que deberías utilizar es de 256 MB. Instalar 512 MB, 1 GB de RAM o más acelerará tu equipo y ayudará a que funcione mejor. Para verificar tu memoria, haz clic en "Mi PC" y selecciona "Propiedades" desde el menú. Puedes comprobar la cantidad de RAM que tienes instalada en la pestaña "General".

Paso 2

Modifica la cantidad de memoria virtual haciendo clic derecho en "Mi PC" y seleccionando "Propiedades" desde el menú. Haz clic en la pestaña "Avanzado" y presiona el botón "Configuración" en la parte superior. Haz clic en la pestaña "Avanzado" y luego presiona el botón "Cambiar" para ajustar el tamaño de la memoria virtual. Es posible que necesites ajustar la configuración de la memoria virtual varias veces hasta encontrar la configuración óptima.

Paso 3

Comprueba la cantidad de espacio disponible en tu disco duro. Si queda poco espacio en la unidad, tu equipo puede funcionar de forma lenta, ya que Windows XP creará memoria virtual utilizando el espacio del disco duro. Puedes liberar espacio en el disco vaciando la papelera de reciclaje, eliminando programas que no utilices o borrando archivos que ya no necesites.

Paso 4

Haz clic en la barra de tareas y selecciona "Administrador de tareas" desde el menú. Haz clic en la pestaña "Procesos" y luego sobre la columna "CPU" para ordenar tus programas en ejecución por la cantidad de recursos del procesador que están consumiendo. Si ves un programa que utiliza constantemente casi la totalidad de los recursos del sistema, es posible que tengas que volver a instalarlo o reparar ese programa.